Feliz segundo mes, Axel
Querido hijo,
Me lo dicen constantemente: el tiempo pasa muy rápido. Y no se equivocan, no puedo creer que hoy son 2 meses desde que tomé tus brazos y con mi instinto animal te saqué de mi. Dos meses desde el día que conocí el amor más grande, dos meses desde que me convertí en tu mamá.
No te lo voy a negar, el primer mes fue caótico, sobretodo emocionalmente. La vida me cambió por completo, y aunque aún lo sigo asimilando, ya empiezo a sentirlo como mi nueva realidad. Claro, la ayuda de tu abuela, Lita, ha sido fundamental y me ha permitido continuar con algunas actividades que si estuviera sola, no pudiera. Gracias mami, y gracias por quedarte un mes más.
Este mes hemos visto grandes avances en ti. No solo has engordado y crecido a pasos agigantados -y gracias al Universo, porque el primer mes no engordaste nada con respecto al nacimiento y eso me hizo sentir incapaz, culpable-, sino que también has esbozado tus primeras sonrisas. Aún no podemos decir que eres el bebé más reilón del mundo -de hecho, eres selectivo en a quien le sonries- pero las veces que he tenido la oportunidad de presenciar tu sonrisa, me derrito Axel, me derrito de amor.
Agradezco mucho que ya duermas más de noche -lo mínimo son 5 horas y un día llegaste a las 8 horas, y me asusté, por cierto-. Eso me permite continuar con algunas actividades y descansar más. Aunque no te miento, hay veces que despertarme se me hace muy pesado, te cambio el pañal sin ganas y no insisto mucho si quieres comer poco. Me siento mal por eso, pero soy una madre real, humana, imperfecta. Espero que aprendas a amarme así hijo.
Siempre leo sobre actividades para estimularte y que aprendas de todo lo que está a nuestro alcance. Te muevo tus piernas y brazos para trabajar esos músculos, jugamos en tu baby gym, hacemos tummy-time -aunque te pones furioso- y el otro día te puse un ratico a ver comiquitas -sé que te encantan las formas y los contrastes-. Salimos a pasear en tu coche y te gusta mirar el cielo y escuchar los pájaros, amas el calorsito del patio y es la solución perfecta si no te quieres dormir. Cada día descubro algo nuevo de ti, y es fascinante.
Te tomo muchas fotos, porque quiero que en unos años las imágenes me hagan recordar y tú veas tu crecimiento. Sí, recordar es vivir, es felicidad, y en eso trabajo todos los días. Ya tu papá y yo estamos planificando tus primeros viajes y me emociona pensar que vas a recorrer el mundo con nosotros, que queremos ofrecerte lo mejor para que te desarrolles y crezcas lleno de información, formándote para que seas un hombre de bien. Queremos darte el mejor ejemplo #MiChirimpinki
Como siempre, te pido perdón si en algún momento has sentido mi ausencia. Cuando salgo a hacer ejercicio, o alguna diligencia, no puedo dejar de sentirme culpable, incluso cuando sé que te dejé en las mejores manos. Trato de mantener algunas de las actividades que practicaba antes de tu nacimiento para no sentirme presa, incluso cuando el 80% de mi tiempo te lo dedico a ti. Espero que sepas entenderme.
Te amo, amo que aunque ya tomes mucho tetero sigas comiendo de mis pechos -no quiero que los dejes aún-. Amo que en las mañanas me sonrias. Amo como ves el mundo, con curiosidad, con asombro. Amo que te dejes cargar y abrazar por todos. Que comas cualquier tipo de fórmula, desde cualquier tetero, y con cualquier persona. Eres un bebé sano y flexible, me recuerdas mucho a tu papá.
Espero ser cada día la mejor versión de mi para darte lo mejor, quiero ser la mejor madre para ti y que crezcas feliz, sano y llenito de amor. Te amo hijo,
Tu mamá