Semana 17: 3 de febrero de 2017
Hola Chirimpinki… ¿cómo estás? me imagino que creciendo sano y fuerte. Yo por aquí no me he sentido tan bien, me han dado jaquecas que nunca en la vida las había sufrido, nauseas -sobretodo en la tarde-noche- y el sueño como que no se quita nunca. Obviamente estoy feliz esperándote, pero a veces no es agradable sentirse así
Lo bueno de esta semana es que descubrimos que vas a ser un varoncito. Tu papá y yo queremos que te llames Axel, porque nos pareció original, corto, combina con “Badell” y se pronuncia igual en español y en inglés. No nos hemos puesto de acuerdo para tu segundo nombre -en verdad yo te dejaría el Axel solo, pero tu papá insiste, y no voy a discutir por esa tontería-.
El caso fue que tu tía Maritza compró una torta que por dentro llevaba el color azul. Tu papá y yo hicimos una reunión pequeñita en un restaurante cerca de la casa e invitamos a familiares y a amigos a un brunch. La pasamos súper. Al final, picamos la torta y descubrimos tu género. Para serte muy sincera, yo me lo sospechaba ya, siempre te imaginé como un varoncito. Pero tu papá era el que no cabía de la emoción, la felicidad se le salía del pecho… ya está loco por meterte en clases de Yuyitsu, Dios mío.
De resto sigo engordando, a pesar del ejercicio, definitivamente como más de lo que quemo, pero confío que estás creciendo sano dentro de mí. Sigo trabajando -aunque a un paso bien tranquilo, no con la tenacidad del año pasado-, e invierto muchas horas en entender todo este proceso de ser mamá: leyendo, escuchando conferencias, viendo videos. Me siento feliz -cuando la jaqueca no me recuerda lo contrario-.
Te amo Axel, la semana que viene tenemos el ultrasonido de la semana 18 y te volveremos a ver.
Tu mamá