Nos casamos… ¿con qué se come esto?
Conocí a un hombre maravilloso, me pidió matrimonio, nos casamos y nos fuimos del país… bastantes cambios ¿no?. Pero de todo lo que puede implicar convivir con una persona -que gracias a Universo para mi ha sido perfecto- lo que para mí ha sido más retador es todo el tema del manejo del hogar. Personalmente ha sido todo un aprendizaje, teniendo en cuenta que cuando vivía en casa de mis papás nisiquiera tendía mi cama y no sabía ni cocinar un arroz -sí, inútil total-.
Mi ascendente es Cáncer, teóricamente eso significa que estoy muy identificada con todo lo relacionado al hogar, la nutrición y compartir en familia. En el fondo sí, pero en estos momentos de mi vida, mi esencia Ariana está manifestada al 100%. Quizá cuando sea mamá, desarrolle todo este “amor” por el cuidado de la casa. Sin embargo, por los momentos igual me toca, porque en Estados Unidos es un lujo tener ayuda en el hogar y como mi horario de trabajo con The Memory Land es bastante flexible, pues una de mis labores principales también es la cocina, la limpieza y en general, el mantenimiento de nuestro “nidito de amor”.
Para no aburrirme en este intento -suelo perder el interés por las cosas muy rápido-, he decidido verlo como un juego. Sí, estoy “jugando a la casita”. Un día a la semana juego a cocinar y a limpiar, otro día juego a decorarla, otro día a lavar ropa. Le he agarrado el gustico, como dicen por ahí. Cada día trato de hacerlo diferente, divertido y que me quede mejor. Todavía me queda mucho por aprender.
En esta sección quiero invitarlos a jugar conmigo. Quiero enseñarles cómo lo hago y que, por supuesto, ustedes me ayuden a hacerlo mejor. Quiero ser una dura en esto para que cuando tenga #Chirimpinkis, pueda hacer ambas cosas con destreza -obviamente, organizándome bien-. Así que bienvenid@s a “Jugando a la Casita”… comienza el juego.